lunes, 7 de marzo de 2022

 


Hola mí gente, hoy quiero compartir con ustedes una técnica que utilizo para las actividades de producción escrita en lenguas extranjeras.

¿Sabes cuando el profesor te pide que escribas un párrafo o un texto y en medio de la actividad no sabes o no recuerdas una palabra? Sé que pasa mucho, pero te garantizo que con la práctica todo se vuelve mejor.

¿Qué hacemos cuando necesitamos una palabra durante la actividad de escritura?

1.         Pedimos la palabra al profesor

2.         Consultamos un diccionario o, en el peor de los casos, un traductor.

Esas no son las mejores opciones, tengo una mejor: la técnica de la “comillas”.

Y para justificar la técnica de las comillas, primero explicaré de forma muy sencilla cómo funcionan los procesos de memoria.

El primer paso de la memoria es la codificación, es decir, el contacto con el objeto de estudio, en este caso la palabra.

El segundo paso es el almacenamiento, que es cuando memorizas la palabra en tu léxico mental.

El tercer paso es la recuperación, cuando necesitas usar esa palabra, entonces vas a tu léxico mental y la buscas.

¿Qué pasa si cuando necesito una palabra siempre se la pido al profesor o la traduzco?

El proceso de almacenamiento no se llevará a cabo y, en consecuencia, tampoco se realizará el proceso de recuperación, por lo que si en algún momento vuelves a necesitar esa palabra tendrás dificultades para encontrarla. Porque simplemente se sacia esa necesidad al instante, sin poner la atención necesaria ni codificar el proceso.

Imaginemos que vas al país cuya lengua estás estudiando y cuando tienes que comunicarte con alguien, ya sea de forma escrita u oral, dices: “espera, voy a consultar mi diccionario, mi traductor, voy a escribir a mi profesor”.

¿Cierto que no funciona?

Tienes que independizar tus conocimientos y tu cerebro no puede ser perezoso y adicto a necesitar siempre recursos para expresar una idea. Por eso he creado la técnica de la comilla que se utilizará durante su proceso de aprendizaje.

Si el profesor te ha pedido un texto y no recuerdas una palabra, lo primero que harás será intentar recuperar alguna información sobre esa palabra.

¿La he usado antes? ¿Cuál es el contexto de esa palabra? ¿Es un verbo? ¿Vocabulario?

Has pensado y pensado y no recuerdas cómo usar la palabra, así que usas la comilla.

Escribe la palabra en tu lengua materna y ponla entre comillas. Por ejemplo, soy hispanohablante y estoy aprendiendo portugués, y no recuerdo cómo se dice 'silla', así que escribo 'silla' entre comillas y continúo con el texto.

El profesor, cuando reciba el texto para corregirlo, pondrá la palabra correcta y durante el proceso de retroalimentación podré iniciar los procesos de memoria correctamente, es decir, codificar la palabra, almacenarla y será mucho más fácil recuperarla después porque ese proceso, ese momento en el que la necesitabas, ya ha sido almacenado y conectado en tu mente.

Además, podrás tener un diagnóstico claro de qué punto necesitas más práctica: ¿es el vocabulario? ¿Es la gramática? ¿Es la ortografía? ¿Conjugación?

Esta es una técnica que debe ser utilizada en conjunto con el profesor, así éste podrá ayudarle a satisfacer las necesidades específicas que presentes.

Es importante que los profesores entiendan que a veces el alumno no es perezoso o tiene falta de compromiso al no recordar la palabra necesaria, puede haber sido un fallo en la memoria o en el proceso de aprendizaje que requiere la ayuda del profesor para llevar a cabo este proceso correctamente.

Espero que te haya gustado la técnica.

Si eres profesor, aplícalo en tus grupos y cuéntame los resultados. Si eres estudiante, comparte la técnica con tu profesor y sugiérele que la utilice.

No olvides que conocimiento compartido es conocimiento multiplicado.

lunes, 26 de julio de 2021

Este es el momento!

El momento de la educación es ahora, no podemos esperar para regresar a la normalidad, no existe normalidad, el pasado debe permanecer en el pasado. No queramos volver a las sillas alineadas, a las eternas clases expositivas, agotadoras tanto para quiénes las proporcionan como para quiénes las escuchan.

Los viejos esquemas, repetición y almacenamiento, instrucción de cajones, sin contexto, copias de libros para rellenar, estudiantes desmotivados, sentados que entran a las clases mudos y salen callados, profesores que utilizan la misma técnica, la misma estrategia, los mismos materiales y conceptos con que estudiaron hace 20 años, que no entienden que el mundo giró, la tecnología llegó y no debemos mirarla como enemiga, sino como aliada. Las inteligencias múltiples están cada vez más definidas y debemos llevarlas en cuenta.

Las paredes de los salones ya no existen, el aula puede ser cualquier lugar, el ambiente de aprendizaje/enseñanza se caracteriza por tener personas motivadas y dispuestas a aprender y enseñar no apenas por tener sillas y mesas, usemos el piso, el pasillo, el jardín, las plataformas digitales.

Utilicemos este momento para reflexionar sobre nuestras prácticas docentes, no podemos apostar más em la transmisión de información, debemos enfocar en la construcción del conocimiento. El papel de protagonista históricamente dado al profesor ahora debe ser repasado al estudiante, este debe ser el responsable por su proceso de aprendizaje, teniendo en cuenta siempre la facilitación y orientación por parte del profesor durante su camino.

Este es el momento de dejar en el pasado la educación repetitiva y crear una educación significativa, una inteligencia colectiva basada en la construcción de un ser humano consciente, reflexivo y emocionalmente inteligente. Este es el momento.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Evaluación: subjetividad y momentos evaluativos

Uno de los mayores dolores de cabeza en el ámbito educativo, tanto para los estudiantes que se sienten presionados a recordar todo lo estudiado y no perderse la asignatura, como para los docentes porque evaluar no es cosa fácil. Así es, hoy vamos a hablar de evaluación. 

Cuando se habla de evaluación, muchos docentes corren, ¿saben por qué? porque evaluar es difícil, no es un proceso fácil, no es calificar por la cara, ni por empatía, es parte fundamental del proceso de aprendizaje, es un reflejo del proceso de aprendizaje, ¿el estudiante va bien? ¿Le va bien al grupo o necesita cambios o ajustes menores? 

Empecemos por dejar muy clara una premisa fundamental para entender la evaluación: toda evaluación educativa tiene que estar asociada a los objetivos pedagógicos del curso. Si esto no sucede, se pierde el sentido de evaluación como educativo. ¿Qué estudiante nunca ha preguntado : "profesor cuántas líneas?", "¿Qué vas a evaluar?", "Gramática, ortografía, ¿cuánto vale cada pregunta?". ¿Sabes por qué sucede eso?

A menudo, las evaluaciones en escuelas o universidades se dan de manera improvisada o desarticulada, por ejemplo, profesionales que realizan exámenes subjetivos, complicados, exhaustivos ... ¿Quién nunca ha escuchado a un profesor decir “en mi examen, pocos aprueban”? O profesionales que solo aplican 2 exámenes, uno parcial y otro final, quizás porque son demasiado perezosos para corregir tantos exámenes, o quizás por orden u orientación de la institución donde trabajan. Todas estas situaciones pueden derivar en conductas indeseables, como ese famoso “copiar” del estudiante. 

Hoy vamos a discutir 2 puntos principales en relación a la evaluación, el primero es sobre subjetividad.

Como siempre les comparto mis experiencias, en la universidad cuando estaba haciendo mi primer curso universitario, una vez un colega escribió solo un párrafo en un ensayo y el profesor le dio cero, aunque su respuesta fue perfecta. Cuando el estudiante confrontó al profesor por qué le habría dado cero, obtuvo una respuesta “solo escribiste 1 párrafo, es un ensayo, es obvio que deberías escribir más”. Luego, el estudiante respondió afirmando que el maestro no había determinado el número de líneas o palabras que se debían usar: “Hice un párrafo, podría haberlo contestado en una oración, y aun así debiste haberme evaluado”. Y les pregunto: ¿quién tiene razón: el profesor? ¿El estudiante?

Tener criterios muy claros y bien definidos ayuda a reducir la subjetividad presente en las evaluaciones. ¿Qué aspecto quiero valorar de mi estudiante? La ortografía, el vocabulario estudiado, la comprensión auditiva, cuánto vale cada pregunta, el número mínimo de palabras. Estos son puntos que deben tenerse en cuenta al crear una evaluación, y ara aclarar el concepto de subjetividad, según el diccionario Aurélio, la subjetividad es “Condición de lo abstracto, frente a lo concreto, cualidad de subjetivo, individual, particular; relativo o específico de la persona ". 

Muchos autores argumentan y consideran que en los procesos educativos, los docentes siempre expresan algún grado de subjetividad, especialmente a la hora de asignar la nota. No es un secreto que las personas suelen estar influenciadas por la empatía, o la famosa afinidad, por lo que, en el caso de los profesores, acaban siendo más flexibles con los amigos y estrictos con los que no tienen tanta afinidad. Esto no puede suceder durante el proceso educativo. El profesor debe ser imparcial, no puede tomar en cuenta los valores familiares, la religión, la cultura, la opinión política, entre otros.

En la institución donde trabajo hay un examen parcial, con el mayor porcentaje de la nota total, el mayor peso,y los estudiantes siempre están muy preocupados por este examen. Lo que hago para brindar una evaluación imparcial es pedirle a los estudiantes que no pongan sus nombres en la prueba, sino sus números de identificación, luego de corregidos, solo busco en el sistema a quien pertenece cada documento, así lo corrijo sin ningún prejuicio. Utilizo esta técnica en todas las actividades que desarrollo con los estudiante. Con estas pequeñas actitudes es posible desarrollar un proceso más justo y fiel a los objetivos de aprendizaje del curso.

Después de discutir el tema de la subjetividad, pasemos al segundo tema: el momento de la evaluación.

Cuando hablamos de educación, más que planificar la evaluación, es importante que el docente esté al tanto de todo lo que sucede durante las actividades que el docente desarrolla con los estudiante. Es decir, las actividades desarrolladas en clase pueden y deben contener aspectos que sirvan para la evaluación del aprendizaje del estudiante por parte de un docente y este proceso podría denominarse evaluación continua. 

Seguro que si los estudiante escucharan este término de 'evaluación continua' les haría entrar en pánico al principio, pues si apenas por ser evaluados 1 o 2 veces ya se quedan desesperados, imagina que te evalúan constantemente y aquí es donde está el secreto: En la evaluación continua, el estudiante es evaluado de manera integral, de manera global, incluyendo postura, comportamiento, interés, entre otros aspectos. 

La evaluación no ocurrirá solo de manera bimestral o en los exámenes finales. Hay varias oportunidades durante el curso para que el estudiante demuestre su comprensión del tema y esto asegura que esté aprendiendo, que es un seguimiento continuo, por lo que si el estudiante demuestra en una actividad que no logró una comprensión completa sobre un tema, juntos, con la evaluación y la retroalimentación del docente pueden crear una estrategia para lograr el objetivo de esta actividad, y no solo confiar en la nota final para descubrir que no lo estaba haciendo tan bien. 

La evaluación no necesariamente tiene que realizarse solo en una fecha, se puede hacer a lo largo del semestre, a través de desafíos y la búsqueda de soluciones que los estudiantes puedan presentar, mostrando su grado de autonomía, responsabilidad, implicación, amplitud de conocimientos y aprendizaje de una forma activa.

Es importante dejar claro que este tipo de evaluación requiere mucho más del docente, ya que además de atento, también tiene que planificar actividades que permitan la evaluación continua de los estudiantes. Para ello, el docente debe estar realmente comprometido con su profesión y los valores de educar y no solo la vieja y no buena transmisión de conocimientos. 

Para los estudiantes se debe promover un cambio de chip, la evaluación no debe verse como un peligro, algo sumamente difícil, sufrimiento, dolor de cabeza, una mala noche de sueño, sino como oportunidades de aprender, este es el término que siempre lo uso en las diversas actividades que desarrollo con los estudiantes, casi nunca usamos la palabra evaluación. 

Este es un tema extenso que suscita mucha discusión, hoy comenzamos con esta discusión que pretendo reflexionar con ustedes en otra ocasión sobre otros dos temas que creo que son muy innovadores en el tema de la evaluación: la metacognición y el concepto de diferenciación. En otras palabras, vayamos en la misma dirección que ya hemos tomado: descentralizar el poder del profesor y hacer que el estudiante sea participativo en el proceso tanto de construcción como de evaluación del conocimiento.

viernes, 30 de octubre de 2020

Pandemia suena a empatia

"Experiencia por la cual una persona se identifica con otra, tendiendo a comprender lo que piensa y sentir lo que siente, aunque no lo exprese explícita ni objetivamente". Esta es la definición de la palabra empatía en el diccionario Aulete.

El término empatía deriva de la palabra griega "empatheia", que significa "pasión" y el gran psicoanalista Freud lo resumió muy bien al afirmar que la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y para estos tiempos pandémicos que estamos viviendo es una palabra, un sentimiento que debe estar presente en nuestra vida.

Como es habitual, los temas de este blog siempre provienen de experiencias que tengo en práctica docente y esta semana vi un video de un profesor universitario en Perú quien expuso toda su frustración al intentar enseñar de manera virtual y obtener poca o ninguna cooperación de los estudiantes, y al escuchar el informe, el desahogo de este profesor me conmovió profundamente, porque es una situación por la que todos los docentes están pasando también. 

Cuando se estableció el distanciamento social todo el sector educativo tuvo más o menos 2 semanas para adaptarse al nuevo sistema de aulas virtuales, muchos compañeros docentes comentaron que sería fácil para mí adaptarme a esta nueva modalidad ya que uso y trabajo con metodologías activas y tecnologías digitales, pero no, no fue y no es, ¿saben por qué? Porque como comentamos en otro post aquí en el blog, la educación es un sistema integrado, no se hace solo, por lo que de nada sirve dominar metodologías y herramientas si mis estudiantes no están dispuestos a aprender.

Aquí es donde entra el tema de la empatía: la verdad es que esta situación de pandemia en la que nos encontramos no está siendo fácil para nadie, ni para la economía, ni para la salud, ni para la educación.

En el campo de la educación, descubrimos que la vieja historia que vivimos en la era digital no era más que una utopía, resultó que un gran porcentaje de estudiantes no tienen acceso a una computadora ni a una red de internet y están dando la vuelta, como pueden,tomar prestadas computadoras, tabletas, el celular de la madre, todo para no perder ningún contenido.

Claro está el caso que más molesta a los docentes, que son los estudiantes que tienen todas estas condiciones mencionadas anteriormente, sin embargo no se esfuerzan por participar, ni por aprender, solo se conectan a la clase para recibir presencia, asisten a clases acostados, conectados a 10 redes sociales, viendo Netflix, jugando videojuegos y son los primeros que luego dicen 'No puedo aprender en línea'. 

La descripción de este perfil de estudiante es precisamente la que llevó al docente mencionado al inicio a desahogarse, ya que los estudiantes no encendieron sus cámaras y permanecieron en un silencio sepulcral, sin participar. 

Por parte de los profesores, desde  el principio, recibieron una gran responsabilidad de actualizarse, capacitarse, adecuarse y transitar a un nuevo sistema en una velocidad récord, sin mencionar las demandas de la escuela, el departamento de educación, los padres, toda la sociedad educativa que esperaba que los profesores hicieran milagros. 

Eso es exactamente lo que he visto hacer a algunos profesores: milagros, reinventarse para ofrecer clases divertidas, interactivas y significativas para sus estudiantes. También hay profesores que no entienden el lado de los estudiantes que tienen 8 asignaturas que cumplir, 6 actividades evaluativas en cada asignatura, sin un espacio adecuado en casa para estudiar, sin escritorio, un lugar tranquilo, bien iluminado, sin interrupciones ... 

En mi práctica docente, al inicio de este semestre, donde estaba más que claro que tendríamos que trabajar 100% en modalidad virtual, les llevé a mis estudiantes consejos, reflexiones y  tips sobre cómo potenciar el estudio virtual, es decir, les llevé la reflexión  que el espacio virtual también es un espacio de aprendizaje, simplemente diferente del aula, pero donde también se puede aprender. Y funcionó, ayudó mucho, pero en muchas clases, todavía es difícil darse cuenta de que los estudiantes no están participando, haces una pregunta y silencio, o tienes que hablar a la pantalla sin poder ver a los estudiantes, sin interacción.

Como decía al principio, no está siendo fácil para nadie. Este tiempo que llevamos trabajando de manera virtual fue una gran experiencia. Tuvimos que ser muy pacientes para guiarnos a través de todos los procesos de adaptación que nos vimos obligados a atravesar y que aún estamos atravesando. 

La reflexión que hacemos hoy es que debemos ponernos en el lugar del otro y entender el esfuerzo que está haciendo para poder desarrollar su trabajo de la mejor manera, y en aquellos casos que mencionamos en los que tanto el docente como el estudiante no lo hace, practiquen la empatía, todavía hay tiempo. 

Estudiantes, enciendan las cámaras cuando sea posible, participen, no dejen a sus profesores hablando solos, cuestionen, comenten, interactúen, se esfuercen, ¡aprendan! Y profesores, sean flexibles, escuchen a sus estudiantes, intenten saber si están bien, si necesitan algo en lo que puedan ayudar, entiendan que la calidad de internet no es la misma para todos los estudiantes, que no todos aprenden de la misma manera. 

Con paciencia, empatía y fe en que todo mejorará podremos atravesar este período sin mayores consecuencias, ayudándonos y apoyándonos unos a otros. 



domingo, 25 de octubre de 2020

Analfabetismo Pedagógico: ¿ Por qué es importante discutirlo?


Hoy me gustaría compartir con ustedes una reflexión que tuve a través de un texto que leí de un pedagogo español llamado Miguel Ángel Santos Guerra, el dio una entrevista para el periódico La Capital de Argentina, le preguntaron como la educación está sobreviviendo en estos tiempos de pandemia, y ese pedagogo es muy famoso en el área de la educación emocional, incluso acaba de publicar un libro llamado Educar El Corazón, Los Sentimientos En La Escuela, entonces quienes tengan interés en la educación emocional pueden buscar el libro del pedagogo Miguel Ángel.

Después de leer esta entrevista me quedé con una reflexión muy grande que me gustaría compartir con ustedes ya que durante la entrevista el pedagogo comparte su experiencia con los profesores, estudiantes, familias sobre la educación en la pandemia y dice una frase que de verdad toca hondo en la cicatriz grande que el ámbito educacional tiene, y nos ayuda a entender la dificultad que los profesores están presentando en transitar para este ámbito virtual que es bien diferente al ámbito que todos estaban acostumbrados. El pedagogo dice que él tiene más miedo del analfabetismo pedagógico que del analfabetismo tecnológico, y esta frase me quedó sonando y quisiera compartir con ustedes mi reflexión.

Me imagino que lo que el pedagogo quiso decir es que, con la pandemia, pudimos ver una falla que es desgarradora en la educación: la visible ausencia de contexto, de base pedagógica en algunos profesionales que actúan en el área de la educación, porque Santos Guerra afirma que aprender, tener contacto con las herramientas digitales es más fácil que construir una base pedagógica, fundamental para quien trabaja en el área de la educación.

Sabemos que esta es una gran dificultad que enfrentan las instituciones, universidades, todas estas empresas que trabajan con la enseñanza y contratan profesionales que tienen una brillante carrera, un dominio sobre alguna determinada área y contratan estos profesionales para ejercer el papel de profesor sin tener una base pedagógica que oriente el profesional a llegar a sus estudiantes, a construir el conocimiento junto a sus estudiantes.

Esto nos lleva a pensar que el ingeniero no ejerce la profesión de ingeniero si no ha estudiado ingeniería, un médico no puede trabajar como médico si no ha estudiado medicina , un abogado no puede actuar en el ámbito del derecho sin haber estudiado derecho y eso nos lleva a pensar: ¿un profesor puede ser profesor sin haber estudiado pedagogía o sin tener esta base pedagógica por detrás del conocimiento?

Vale recordar que pedagogía es aquel término que trae toda una simbología de acompañar, de conducir, son aquellas estrategias , aquel camino que lleva el profesional de la educación a construir el conocimiento junto a sus estudiantes, entonces la pandemia trajo visibilidad a esta falla que muchos profesionales acaban viviendo, porque antes en el espacio presencial, el profesor podía llegar al salón, establecer una conversación, pasar un video, un texto y los estudiantes con mucho esfuerzo conseguían entender el tema, y ya cuando transitamos para el espacio virtual, la modalidad digital, esta ausencia pedagógica de cómo aplicar una técnica, de cómo llegar a un estudiante ya es más visible.

Toda esta discusión me llevó a pensar: ¿será que la profesión, la desvalorización del profesional de educación, del profesor existe justamente porque la sociedad tiene la idea de que cualquier persona puede ser profesor, cualquier persona puede enseñar?

Creo que todos ya han escuchado la famosa frase “¿trabajas o apenas dictas clases?”, eso es visible en muchas sociedades que el profesional de educación es desvalorizado, no recibe la remuneración adecuada de acuerdo con sus funciones y ahí surge otra reflexión originaria que es imaginarse que sin el profesor no habría ninguna profesión. Si quiero entrar para la medicina, para llegar a tener este conocimiento necesito que alguien me ayude, me oriente, ¿y quién es esta persona? Es el profesor.

Entonces esto nos lleva a pensar otra vez en esta ausencia de base pedagógica para los profesionales que trabajan en el área de la educación, en mi caso , por ejemplo, puedo ver claramente en el ámbito que trabajo, de idiomas, de lenguas extranjeras, las instituciones contratan personas para trabajar como profesores de idiomas, personas que no tienen ninguna base pedagógica que son apenas nativos del idioma que están ‘enseñando’, si paramos y pensamos, entonces puedo contratar a todos los brasileros, porque todos son profesores de portugués, todos los estadunidenses son profesores de inglés, todos los japoneses son profesores de japonés.

No es bien así, ellos tienen el conocimiento de la lengua, saben comunicarse en esta lengua, sin embargo, enseñar esta lengua ya es otro tema. Lo mismo pasa con médicos que trabajan como profesores, arquitectos que trabajan como profesores, apenas porque tienen estos conocimientos, que es un conocimiento que debe ser valorado, del área de medicina, arquitectura, ingeniera, pero falta esta base pedagógica que podemos ver más visiblemente en la pandemia.

¿Cómo es visible esta ausencia? A través de muchos colegas comentando la dificultad que tienen porque no consiguen transmitir lo que transmitían presencialmente y ahí también es necesario entender que no podemos entrar en la modalidad virtual con la cabeza en la modalidad presencial, estamos en una emergencia, pero este es otro tema que trataremos más adelante.

Los estudiantes quejándose de las clases que son todas monótonas, el profesor que apenas conversa y no desarrolla ninguna estrategia y ya en un ejemplo más personal, trabajo en el área de la educación, pero mi primer pregrado fue en el área del turismo, un curso superior en turismo, y cuando me invitaron para trabajar en el área de la educación,  compartiendo mi conocimiento sobre la lengua portuguesa , cultura y turismo de Brasil, cuando llegué al salón de clase, en este ámbito donde se vive de verdad la educación,  pensé y sentí muy vívidamente que faltaba algo, ¿qué me faltaba? Era esa base pedagógica.

Es como hacer con que todo este conocimiento que llevo dentro sea transmitido hacia mis estudiantes. Fue cuando decidí estudiar un curso de enseñanza de lenguas extranjeras, un curso regular, cuando decidí entrar de cabeza en el área de pedagogía, y eso hizo toda la diferencia porque pude complementar, esta es la palabra, complementar el conocimiento que tenía junto al conocimiento que adquirí de pedagogía y pude percibir que hizo toda la diferencia, los estudiantes comentaban que las clases eran muy diferentes.

Hoy soy especialista en neuroeducación estudiante de psicopedagogía, y cuanto más accedo, entro en este tema, en este ámbito, puedo ver la diferencia en mi trabajo, es como si tuviéramos un conocimiento muy grande que es nuestra casa, pero la base de esta casa es la pedagogía, entonces cuando no tenemos esta base, en algún momento nuestra casa va a caer, este conocimiento va a caer y vamos a enfrentar dificultades y esto es lo que vemos en este momento de pandemia.

Entonces sé que ustedes están pensando: ¿qué hago con este profesional que tiene 30 años de experiencia en su área , lo despido apenas por que no tiene base pedagógica? Por supuesto esta no es la idea que quiero dejar en esta reflexión porque además de la reflexión me gustaría dejar 2 sugerencias que las instituciones podrían adoptar para poder solucionar esta dificultad que hemos visto en el ámbito de la educación.

1. La primera es para los gerentes,  administradores , responsables por contratar estos profesionales, que ofrezcan oportunidades, crear oportunidades para que los profesionales que están trabajando con la educación puedan tener contacto con orientación pedagógica, workshops, talleres, experiencias, que llamen a estos profesionales y les digan : “el conocimiento que tienen es muy valioso para nuestra institución y nos gustaría amplificarlo, potencializarlo, proporcionándoles experiencias pedagógicas, para que puedan tener mejores herramientas  , estrategias, un camino más claro para poder llegar a los estudiantes y de verdad realizar una enseñanza más significativa”.

2. Mi segunda sugerencia ya toca al lado de los profesores, que se pueda crear una comunidad de aprendizaje, que los profesores no sean lobos solitarios guardando sus conocimientos, que los gerentes incentiven la creación de una comunidad de aprendizaje, un espacio en que los profesores puedan compartir sus experiencias, técnicas, metodologías porque así todos ganan, yo comparto con mi colega, mi colega comparte conmigo, así creamos una rede que beneficia a todos, tanto a los profesores que se sentirán más capacitados, los estudiantes que se sentirán más motivados y los gerentes que verán un trabajo con más calidad.

Esta es la reflexión que me gustaría compartir con ustedes espero que les haya tocado y que haya dejado la semilla de la reflexión y que puedan implementar las sugerencias , que con seguridad hará una gran diferencia en este ámbito maravilloso que trabajamos que es construir y llevar el conocimiento a nuestros estudiantes.

No se olviden conocimiento compartido es conocimiento multiplicado.

Gamificación por Gamificación No es Educación

Gamificación es un término que proviene del inglés gamification que es lo que es usar la mecánica, la estructura, las características de un juego sea lo que sea con el propósito principal de involucrar, conectar, llegar a una persona, motivar un comportamiento determinado en él.

Saben ese jueguito con el que jugaban cuando niños, que si pasaban una etapa ganaban puntos de recompensa, y había otra etapa y luego se preguntaban: "wow, me pasé aquí todo el día, ¿por qué?". Porque se conectaban, se atraían, estaba estructurado para mantenerlos enfocados, interesados en todo ese mundo mágico y fantástico.

La gamificación surgió con fuerza en el mundo corporativo, en el mundo del marketing, de la salud, en las más diversas areas para poder, por ejemplo, instruir a los empleados de la empresa sobre un determinado cambio que debería ser adopatado, cuestiones operativas, de comportamiento y quizás incluso con el objetido de mejor productividad o crecimiento de la organización. Es mucho más fácil, mucho más atractivo jugar un juego rápido y divertido que asistir a un entrenamiento largo y eterno de 2 horas. 

Recuerdo los aburridos y monótonos procedimientos de seguridad de los aviones, ¿quién los recuerda? Nadie prestaba atención a lo que decían las azafatas, ahora cuando uno ingresa a muchas empresas, hay juegos en las pantallas individuales, o videos interactivos, precisamos porque de esa manera las personas se sienten atraídas para que pongan atención y se den cuenta de su objetivo de comprender los procedimientos de seguridad.

Pero entonces deben pensar, pero ¿de dónde vino esta idea de usar juegos para estos fines? Varias encuestas han demostrado que aproximadamente 2.200 millones de personas en todo el mundo son jugadores activos en videojuegos, de algún tipo de juego. Es decir, que los juegos forman parte del día a día de una gran parte de la sociedad, entonces por qué no aplicarlos en el ámbito laboral, ya que este sistema los motiva, los concentra. Es la fórmula secreta.

Y llega la gamificación en la educación. ¿Qué maestro nunca trajo un kahoot, quizziz, o un flipty a su salón de clases? Eso está muy bien, usar la gamificación para involucrar a los estudiantes y producir una reflexión crítica, o un proceso de fijación de contenido, sin embargo lo que he visto últimamente son profesores que llevan juegos interactivos a las aulas solo para ocupar el tiempo de clase, sin ningún propósito que corresponda al objetivo de aprendizaje de la clase en sí, y ahí es donde llegamos al tema de este episodio: la gamificación por gamificación no es educación.

Al principio del año estaba estudiando italiano, y en cierta clase, el profesor tomó un kahoot y pensé "que genial , vamos a fijar mejor la información, el objetivo de aprendizaje de la clase". El profesor entonces pasó un kahoot, no explicó las reglas, no presentó el objetivo, el juego era sobre curiosidades de Italia, es decir, nadie allí tenía el conocimiento para resolver las preguntas, excepto el profesor, resultado: no aprendimos nada, y al final del juego la única cosa que llevamos fue la frustración. El profesor terminó, y ya, sin ninguna frase de transición, pasó al contenido de la lección.

Mi experiencia describe nada menos que un juego, no una estrategia de gamificación, la diferencia entre los dos es que el juego trae solo el propósito de entretener al jugador, solo diversión, la gamificación aplicada a la educación busca llegar a una meta: "ahora a través de de este juego, practicaremos y arreglaremos la conjugación del verbo en pasado, el vocabulario de casa, que es salud mental que estudiamos en la última clase ... jugaremos en equipos, haremos individuales, la actividad tiene 10 minutos para completar, cada paso trae una recompensa,¡animémonos!"

Eso es gamificación, establecer metas, reglas, sistema de retroalimentación, avatares, desafíos, recompensas, puntos, competencia, progreso, un ranking. Hay muchos detalles en los que pensar antes de querer utilizar la estrategia de gamificación aplicada a la educación. La aplicación de esta estrategia no se trata de querer llenar los vacíos debido a la falta de una planeación adecuada de las lecciones, realmente es poner en marcha un proceso significativo que deja el aprendizaje a sus estudiantes, además de la diversión y el entretenimiento.

Bueno amigos, aquí está la reflexión de hoy, espero que ustedes, mis queridos y queridas profesores, puedan tomar en consideración esta información antes de aplicar una estrategia de gamificación en su práctica docente.


viernes, 25 de septiembre de 2020

Open Flip Summer 2020 - Semana 5 : Lección Aprendizaje Invertido

Queridos y queridas colegas en el video arriba les comparto mi Plan de Clase utilizando el enfoque del aprendizaje invertido y otras estrategias de aprendizaje.

Espero que les guste y estaré atento a todos sus comentarios.

Link para acceder al Plan de Clase: https://cutt.ly/ZfNl1Pz



miércoles, 23 de septiembre de 2020

Diferenciación en la Retroalimentación (Técnica de retroalimentación significativa)

Hola una vez más queridos y queridas colegas, hoy les quiero compartir una técnica que llevo utilizando ya hace un tiempo de retroalimentación basada en el proceso de diferenciación, una manera creativa, curiosa y significativa de llevar a los estudiantes la respuesta de su proceso de aprendizaje.

Todos/as sabemos que el proceso de retroalimentación es tan importante como el de evaluación, pues es cuando el estudiante tiene la respuesta si va por un buen camino, si está alcanzando al objetivo de aprendizaje, si es necesario adaptar o repasar algo, este es el momento.

Y en mi práctica docente siempre que hacía ese proceso, parecía que me faltaba algo. Tenía todos los criterios de evaluación muy claros, los objetivos de aprendizaje, y lo hacía de la manera más clara posible, sin embargo, todavía me faltaba algo. Entregar apenas un papel con todo eso escrito era algo muy frio, y me gustaría estar con mi estudiante a su lado explicando punto a punto, sacando las posibles dudas, y eso no era posible principalmente por la cuestión de tiempo, entonces hacer ese proceso de la manera que a mí me gustaría recibir si fuera estudiante era algo imposible.

Hasta que conociendo, trabajando, aplicando el concepto de diferenciación me surgió la idea de grabar el proceso de evaluación junto al de retroalimentación: y fue un éxito total.

Les voy a dar 4 razones:

1. Ahorro tiempo: con el proceso de evaluación y retroalimentación grabados, disminuyeron considerablemente las dudas de los estudiantes. Porque ellos pueden ver todo el proceso, o sea, todo queda muy claro.

2. Traigo el estudiante para el proceso: con el video, el puede acompañar a través de la narración que hago paso a paso de la evaluación, incluso a veces hago preguntas ‘aquí hay una palabra con una grafía diferente, ¿cómo podríamos escribirla de otra manera?’. Entonces doy unos segundos para que el estudiante piense en la respuesta, entonces después de estos segundos ya doy la respuesta y continuamos. El estudiante es parte del proceso.

3. Retroalimentación significativa: he visto muchas veces a los estudiantes cogiendo la hoja de retroalimentación y botando o tirando en la mochila o en el cuaderno, ahora con el video, y estamos hablando de una generación que pasa horas mirando series de Netflix y videos en youtube, los estudiantes sí efectivan el proceso de retroalimentación, porque es algo nuevo, me dicen ‘profe nunca había tenido ese tipo de retroalimentación, de evaluación’, es algo curioso, les llama la atención y paran para mirar y escuchar el video.

4. Impacta en el proceso de memorización del conocimiento: los estudiantes me han comentado que van a decir o escribir algo y se acuerdan que en el video ya lo había destacado eso entonces hacen el proceso de autocorrección, de esa manera, se acuerdan mejor de la retroalimentación.

Bueno, ustedes deben estar preguntándose ¿cómo hago las grabaciones y las comparto con mis estudiantes, cierto?

Es muy sencillo, para grabar utilizo la plataforma screencast – o – matic, la pueden descargar gratuitamente en sus computadoras, es una plataforma sencilla, sin muchas vueltas para entender el proceso de grabación, uno apenas la abre:


Ya nos aparece este mensaje:


La plataforma nos da 3 opciones:

1. Grabar la pantalla: entonces todo que está en este marco de la pantalla será grabado.

2. Cámara web: utilizar nuestra cámara web para grabarnos.

3. Ambos: grabar tanto la pantalla como a nosotros en nuestra explicación, pues al rincón del lado derecho aparecerá un cuadrado con nuestra cámara. 

Aquí les comparto un video que hice con esta función de grabar ambos


Es importante destacar que el mensaje inicial dice que la versión gratuita o básica nos permite grabar hasta 15 minutos. A mí me parece tiempo suficiente para una retroalimentación, mis videos duran entre 4 a 6 minutos.

Ya damos click al botón rojo, la plataforma cuenta 1,2,3 y empieza la grabación.


Durante la grabación es posible pararla, tomar agua, y seguir de donde paró. Ya cuando termina la grabación, la plataforma nos da la opción de eliminar y empezar todo otra vez:



Si damos click en Hecho, nos aparecen 3 nuevas opciones:


Opción 1:

Opción 2: 

Opción 3: 



Generalmente escojo la opción 1 y la opción cargar en Youtube y ya, eso es todo. 


Ya con el video salvo en Youtube, lo edito para No Listado, de esa manera, el video no queda público, sino que apenas el que tenga el enlace , el estudiante en ese caso, puede accederlo. De esa manera, el estudiante se siente seguro.




Desde que he adoptado esta estrategia, apenas he recibido buenos comentarios por parte de los estudiantes:


* Muchas gracias, me encantó su manera de evaluar.


* Buenos días profesor, me gustó mucho su retroalimentación, muchas gracias, la retroalimentación en el formato de video está optimo. 

Como pueden ver mis queridos y queridas colegas, adoptar esta estrategia apenas me ha traido buenos resultados. Espero que les haya inspirado, que se arriesguien a intentarlo y que compartan aquí en los comentarios sus experiencias.

Muchas gracias y nos vemos en la próxima.











lunes, 21 de septiembre de 2020

Todos Por La Educación

 


Hola queridos/as lectores/as

Hoy vamos a discutir sobre un tema muy importante que no veo mucho en la agenda, y que debería estar: la educación como sistema.

Durante mi carrera académica he escuchado muchas veces, y en muchas instituciones "el alumno es lo más importante", "el profesor es lo más importante", "la matrícula es lo que importa". ¿Hay alguien que se destaque en importancia dentro de la educación?

Como siempre les traigo una crónica de mi vida diaria para que podamos reflexionar juntos y esta semana una colega comentó que estaba triste porque una alumna se comunicó con ella para expresarle que no pudo inscribirse en el curso, que el sistema se negó a hacer su registro, mi colega luego le recomendó que fuera a la secretaría a hablar, explicar, entender lo que pasó, y la alumna dijo que ya había ido, y que en la secretaria le dijeron que no entendían lo que estaba pasando, que era un error del sistema, y ​​pidió volver a intentar acceder al sistema, algo que la alumna ya había hecho al menos 10 veces. ¿Quieren saber el final de esta historia?

La estudiante simplemente no regresó, no siguió el curso, canceló. Me acordé que hace un tiempo sucedió algo similar en la institución donde trabajaba, el curso 1 siempre abría con muchos alumnos, mínimo 20, y el curso 2 no abría el semestre siguiente, pasó por 3 semestres, y los alumnos preguntaban 'qué sucede que el nivel 2 nunca lo abren'. Yo tenía curiosidad y fui a investigar y después de hablar con varios alumnos, todos expresaron la misma situación: no les gustaba la profesora de nivel 1.

Y me preguntaba si el coordinador académico, el director, el coordinador pedagógico, la secretaria, no se dieron cuenta de que estaba pasando este grave problema: 3 semestres sin continuidad de un curso.

¿Será que la estudiante se retiró del curso porque los responsables de las matrículas no les ayudaron hasta encontrar una solución?

¿El director que contrató a un maestro sin la formación pedagógica necesaria?

¿El coordinador académico que no se dio cuenta de que su profesional no estaba presentando un resultado satisfactorio?

Desde la secretaría que no se dio cuenta de que el número de alumnos estaba disminuyendo considerablemente ya que, si no hubiera nivel 2, ¿no habría nivel 3, ni nivel 4, ni nivel 5 afectando al resto de profesores y alumnos?

¿El gerente financiero que ve solo un conjunto de billetes de 1.000 en cada estudiante?

O quizás de los propios alumnos que no se quejaron en la evaluación del curso de su satisfacción con el curso porque me dijeron que no querían perjudicar al profesor.

¿A quién culpar? ¿Hay culpa? ¿Hay un culpable? Sí, el sistema. El tiene la culpa. En educación debemos entender y reconocer que estamos en un sistema, en una cadena, todos trabajando hacia un mismo fin: educar. Si alguien falla, todos sufren las consecuencias. Cuando ocurre alguna de estas situaciones, más que un pago, que una cantidad, se pierden sueños, personas, metas, anhelos, necesidades...

No se puede pensar que haya alguien que sea más importante dentro del sistema educativo que el propósito mismo de educar, no es el alumno, el director, el maestro, todos son igualmente importantes para que esta misión sea exitosa.

Incluso desde hace un tiempo he estado pensando en salir de las aulas, y pasar al otro lado, la gestión académica y pedagógica, para poder asistir en esta misión de otra manera, coordinando para que el sistema funcione, respire, para que todos se beneficien. , porque en realidad ya estoy un poco cansado de sufrir siempre las consecuencias de las malas decisiones que toman los que están en la cima de la pirámide educativa, porque como dije, si alguien falla, todos sufrimos, todos perdemos.

Bueno mis queridos y queridas lectores, esta fue la reflexión de esta semana, espero que les haya llegado al corazón y que podamos salir inspirados y más atentos a todos estos detalles que a veces nos perdemos y que marcan la diferencia.

Compartan este episodio con sus compañeros, directivos, profesores, con todo el sistema educativo porque ya lo saben: el conocimiento compartido es conocimiento multiplicado.

domingo, 20 de septiembre de 2020

Open Flip Summer 2020 - Semana 4 - Facilitador Profesional

 Hola queridos y queridas colegas, damos seguimiento al Open Flip Summer 2020 y en esta semana trataremos sobre el Facilitador Profesional con 3 reflexiones. 

·         Estoy a disposición de los estudiantes para dar realimentación individual o grupal inmediata según es requerida.

Este punto es al mismo tiempo una gran recompensa y un gran susto.

Una recompensa por que al invertir el tiempo de instrucción por el tiempo de práctica uno tiene la gran parte del tiempo de la clase para poder estar con los estudiantes, guiarlos, desafiarlos, y facilitar el aprendizaje.

Y al mismo tiempo ese es un gran susto cuando el profesor al invertir el modelo de instrucción se descubre con un tiempo gigante delante de si y se pregunta: ¿y ahora que hago con todo este tiempo? Es asustador. Sin embargo, con este tiempo puedes utilizar para dar retroalimentación individual o grupal a los estudiantes. 

Tengo una estrategia que es la cajita de dudas (con la plataforma Padlet) , la presento en el primer día de clase y la dejo abierta por todo el curso, para cualquier tipo de duda que los estudiantes tengan sea con el contenido u otro tema. La reviso a diario, es una cajita colaborativa, todos pueden ayudar a contestar. Creo que esa es una manera de poder estar disponible para contestar a mis estudiantes. 


·         Llevo a cabo evaluaciones formativas durante el tiempo de clase a través de la observación y el registro de información para complementar la instrucción.

Estas pequeñas evaluaciones formativas son muy útiles no apenas para complementar la instrucción, sino para ajustar algo que tal vez haya quedado insuficiente en el camino. Me gusta utilizar la gamificación para esto, por ejemplo, quizziz que nos da un informe detallado sobre la precisión de aciertos en el grupo general, o la respuesta que cada estudiante contestó, es muy detallado y con esta información el profesor puede diseñar otras estrategias para potencializar el proceso de aprendizaje de los estudiantes. 


Algo más tradicional, es transitar en los espacios grupales de aprendizaje con una hoja, un check list tal vez, y haciendo apuntes, o preguntas a los estudiantes y así poder tener un registro de observación de todo el proceso. 

·         Colaboro y reflexiono con otros profesores y asumo la responsabilidad de la transformación de mi práctica docente.

Algo que aprendí durante mi práctica docente es que compartir es lo más gratificante, porque así uno no está solo en la misión de educar, todo el sistema gana, es como siempre digo en mi podcast: conocimiento compartido es conocimiento multiplicado, entonces siempre que puedo me reúno con mis colegas y compartimos ideas, estrategias, y cuando uno se entera de algún curso de formación interesante, comparte con el grupo para que así todos hagamos el mismo curso. Trabajar en el área de la educación es estar en constante transformación y formación. 


Bueno, aquí finalizamos más una semana de esta gran experiencia.

Nos vemos en una próxima.