Hoy me gustaría compartir con ustedes
una reflexión que tuve a través de un texto que leí de un pedagogo español
llamado Miguel Ángel Santos Guerra, el dio una entrevista para el periódico La Capital
de Argentina, le preguntaron como la educación está sobreviviendo en estos
tiempos de pandemia, y ese pedagogo es muy famoso en el área de la educación
emocional, incluso acaba de publicar un libro llamado Educar El Corazón, Los Sentimientos En La Escuela, entonces quienes tengan interés en la educación emocional pueden
buscar el libro del pedagogo Miguel Ángel.
Después de leer esta entrevista me
quedé con una reflexión muy grande que me gustaría compartir con ustedes ya que
durante la entrevista el pedagogo comparte su experiencia con los profesores,
estudiantes, familias sobre la educación en la pandemia y dice una frase que de
verdad toca hondo en la cicatriz grande que el ámbito educacional tiene, y nos
ayuda a entender la dificultad que los profesores están presentando en
transitar para este ámbito virtual que es bien diferente al ámbito que todos
estaban acostumbrados. El pedagogo dice que él tiene más miedo del
analfabetismo pedagógico que del analfabetismo tecnológico, y esta frase me
quedó sonando y quisiera compartir con ustedes mi reflexión.
Me imagino que lo que el pedagogo
quiso decir es que, con la pandemia, pudimos ver una falla que es desgarradora
en la educación: la visible ausencia de contexto, de base pedagógica en algunos
profesionales que actúan en el área de la educación, porque Santos Guerra afirma
que aprender, tener contacto con las herramientas digitales es más fácil que construir una base pedagógica, fundamental para quien trabaja en
el área de la educación.
Sabemos que esta es una gran
dificultad que enfrentan las instituciones, universidades, todas estas empresas
que trabajan con la enseñanza y contratan profesionales que tienen una
brillante carrera, un dominio sobre alguna determinada área y contratan estos
profesionales para ejercer el papel de profesor sin tener una base pedagógica que
oriente el profesional a llegar a sus estudiantes, a construir el conocimiento
junto a sus estudiantes.
Esto nos lleva a pensar que el
ingeniero no ejerce la profesión de ingeniero si no ha estudiado ingeniería, un
médico no puede trabajar como médico si no ha estudiado medicina , un abogado
no puede actuar en el ámbito del derecho sin haber estudiado derecho y eso nos
lleva a pensar: ¿un profesor puede ser profesor sin haber estudiado pedagogía o
sin tener esta base pedagógica por detrás del conocimiento?
Vale recordar que pedagogía es
aquel término que trae toda una simbología de acompañar, de conducir, son aquellas
estrategias , aquel camino que lleva el
profesional de la educación a construir el conocimiento junto a sus
estudiantes, entonces la pandemia trajo visibilidad a esta falla que muchos
profesionales acaban viviendo, porque antes en el espacio presencial, el
profesor podía llegar al salón, establecer una conversación, pasar un video, un
texto y los estudiantes con mucho esfuerzo conseguían entender el tema, y ya
cuando transitamos para el espacio virtual, la modalidad digital, esta ausencia
pedagógica de cómo aplicar una técnica, de cómo llegar a un estudiante ya es
más visible.
Toda esta discusión me
llevó a pensar: ¿será que la profesión, la desvalorización del profesional de educación,
del profesor existe justamente porque la sociedad tiene la idea de que
cualquier persona puede ser profesor, cualquier persona puede enseñar?
Creo que todos ya han escuchado la
famosa frase “¿trabajas o apenas dictas clases?”, eso es visible en muchas sociedades
que el profesional de educación es desvalorizado, no recibe la remuneración
adecuada de acuerdo con sus funciones y ahí surge
otra reflexión originaria que es imaginarse que sin el profesor no
habría ninguna profesión. Si quiero entrar para la medicina, para llegar a
tener este conocimiento necesito que alguien me ayude, me oriente, ¿y quién es
esta persona? Es el profesor.
Entonces esto nos lleva a pensar
otra vez en esta ausencia de base pedagógica para los profesionales que
trabajan en el área de la educación, en mi caso , por ejemplo, puedo ver
claramente en el ámbito que trabajo, de idiomas, de lenguas extranjeras, las
instituciones contratan personas para trabajar como profesores de idiomas,
personas que no tienen ninguna base pedagógica que son apenas nativos del
idioma que están ‘enseñando’, si paramos y pensamos, entonces puedo contratar a
todos los brasileros, porque todos son profesores de portugués, todos los
estadunidenses son profesores de inglés, todos los japoneses son profesores de
japonés.
No es bien así, ellos tienen el
conocimiento de la lengua, saben comunicarse en esta lengua, sin embargo, enseñar
esta lengua ya es otro tema. Lo mismo pasa con médicos que trabajan como
profesores, arquitectos que trabajan como profesores, apenas porque tienen
estos conocimientos, que es un conocimiento que debe ser valorado, del área de
medicina, arquitectura, ingeniera, pero falta esta base pedagógica que podemos
ver más visiblemente en la pandemia.
¿Cómo es visible esta ausencia? A
través de muchos colegas comentando la dificultad que tienen porque no
consiguen transmitir lo que transmitían presencialmente y ahí también es
necesario entender que no podemos entrar en la modalidad virtual con la cabeza
en la modalidad presencial, estamos en una emergencia, pero este es otro tema
que trataremos más adelante.
Los estudiantes quejándose de las
clases que son todas monótonas, el profesor que apenas conversa y no desarrolla
ninguna estrategia y ya en un ejemplo más personal, trabajo en el área de la
educación, pero mi primer pregrado fue en el área del turismo, un curso
superior en turismo, y cuando me invitaron para trabajar en el área de la
educación, compartiendo mi conocimiento
sobre la lengua portuguesa , cultura y turismo de Brasil, cuando llegué al
salón de clase, en este ámbito donde se vive de verdad la educación, pensé y sentí muy vívidamente que faltaba algo,
¿qué me faltaba? Era esa base pedagógica.
Es como hacer con que todo este
conocimiento que llevo dentro sea transmitido hacia mis estudiantes. Fue cuando
decidí estudiar un curso de enseñanza de lenguas extranjeras, un curso regular,
cuando decidí entrar de cabeza en el área de pedagogía, y eso hizo toda la
diferencia porque pude complementar, esta es la palabra, complementar el
conocimiento que tenía junto al conocimiento que adquirí de pedagogía y pude
percibir que hizo toda la diferencia, los estudiantes comentaban que las clases
eran muy diferentes.
Hoy soy especialista en neuroeducación
estudiante de psicopedagogía, y cuanto más accedo, entro en este tema, en este
ámbito, puedo ver la diferencia en mi trabajo, es como si tuviéramos un conocimiento
muy grande que es nuestra casa, pero la base de esta casa es la pedagogía, entonces
cuando no tenemos esta base, en algún momento nuestra casa va a caer, este conocimiento
va a caer y vamos a enfrentar dificultades y esto es lo que vemos en este
momento de pandemia.
Entonces sé que ustedes están
pensando: ¿qué hago con este profesional que tiene 30 años de experiencia en su
área , lo despido apenas por que no tiene base pedagógica? Por supuesto esta no
es la idea que quiero dejar en esta reflexión porque además de la reflexión me gustaría
dejar 2 sugerencias que las instituciones podrían adoptar para poder solucionar
esta dificultad que hemos visto en el ámbito de la educación.
1. La primera es para los gerentes, administradores , responsables por contratar
estos profesionales, que ofrezcan oportunidades, crear oportunidades para que
los profesionales que están trabajando con la educación puedan tener contacto
con orientación pedagógica, workshops, talleres, experiencias, que llamen a
estos profesionales y les digan : “el conocimiento que tienen es muy valioso
para nuestra institución y nos gustaría amplificarlo, potencializarlo, proporcionándoles
experiencias pedagógicas, para que puedan tener mejores herramientas , estrategias, un camino más claro para poder
llegar a los estudiantes y de verdad realizar una enseñanza más significativa”.
2. Mi segunda sugerencia ya toca al
lado de los profesores, que se pueda crear una comunidad de aprendizaje, que
los profesores no sean lobos solitarios guardando sus conocimientos, que los
gerentes incentiven la creación de una comunidad de aprendizaje, un espacio en
que los profesores puedan compartir sus experiencias, técnicas, metodologías porque
así todos ganan, yo comparto con mi colega, mi colega comparte conmigo, así
creamos una rede que beneficia a todos, tanto a los profesores que se sentirán
más capacitados, los estudiantes que se sentirán más motivados y los gerentes
que verán un trabajo con más calidad.
Esta es la reflexión que me gustaría
compartir con ustedes espero que les haya tocado y que haya dejado la semilla
de la reflexión y que puedan implementar las sugerencias , que con seguridad
hará una gran diferencia en este ámbito maravilloso que trabajamos que es
construir y llevar el conocimiento a nuestros estudiantes.
No se olviden conocimiento
compartido es conocimiento multiplicado.