martes, 2 de junio de 2020

Metamorfosis


Metamorfosis, así llamaría el proceso por la cual toda el área de la esducación están pasando. Es un cambio muy rápido, muy drástico para algunos, no tanto para otros, sin embargo, es un cambio profundo, desde las bases hasta el topo de nuestra formación.

Mi experiencia educativa en esto meses ha sido, de verdad, muy intensa. Cuando empezó la idea de trasladarse para el universo virtual me imaginé “para ti no será tan difícil, trabajas con el enfoque del aprendizaje invertido, utiliza las metodologías activas todo el tiempo en tus clases, conoces herramientas, plataformas, gamificación… estás listo para este cambio”. Lo que no esperaba es que nadie estaba listo para este cambio, tampoco yo. 

Nadie estaba listo para aprender a usar centenas de plataformas de videoconferencia de la noche para el día; nadie estaba listo para la dura realidad de que no vivemos en la era de la tecnología, pues muchos de nuestros estudiantes siguen sin acceso a una computadora o a una rede de internet; nadie estaba listo para cambiar su metodología tradicional de hace 20 años para una metodología intensamente virtual; nadie estaba listo para cambiar la mentalidad de que el hecho de que esté en casa, no significa que está de vacaciones, que debe permanecer en pijamas, por que así su cerebro no entenderá que está en una clase.

Aunque me sintiera listo para este cambio, muchos fueron y son los desafíos que todavía debo enfrentar como docente: incentivar mis estudiantes se volvió primordial, ayudar los estudiantes a utilizar aplicaciones, plataformas, recursos, tener paciencia con los estudiantes que no quieren prender la cámara porque están bajo cobijas, o los que abren el micrófono apenas para decir ‘hola’ y ‘adiós’, respirar después de hacer una pregunta y escuchar un silencio sepulcral.

Las oportunidades de mejora que he visto están principalmente en la oportunidad de reflexión de que el cambio era y es necesario, no estábamos listos, ¿estaremos listo en algún momento? La educación debe cambiar, los papeles deben ser invertidos, el docente debe ser el facilitador y el estudiante el responsable por su propio aprendizaje.

Estas reflexiones nos ayudarán a regresar a la supuesta normalidad que muchos esperan, pero que jamás llegará, pues ya pasamos por la metamorfosis y nada será igual.