domingo, 25 de octubre de 2020

Analfabetismo Pedagógico: ¿ Por qué es importante discutirlo?


Hoy me gustaría compartir con ustedes una reflexión que tuve a través de un texto que leí de un pedagogo español llamado Miguel Ángel Santos Guerra, el dio una entrevista para el periódico La Capital de Argentina, le preguntaron como la educación está sobreviviendo en estos tiempos de pandemia, y ese pedagogo es muy famoso en el área de la educación emocional, incluso acaba de publicar un libro llamado Educar El Corazón, Los Sentimientos En La Escuela, entonces quienes tengan interés en la educación emocional pueden buscar el libro del pedagogo Miguel Ángel.

Después de leer esta entrevista me quedé con una reflexión muy grande que me gustaría compartir con ustedes ya que durante la entrevista el pedagogo comparte su experiencia con los profesores, estudiantes, familias sobre la educación en la pandemia y dice una frase que de verdad toca hondo en la cicatriz grande que el ámbito educacional tiene, y nos ayuda a entender la dificultad que los profesores están presentando en transitar para este ámbito virtual que es bien diferente al ámbito que todos estaban acostumbrados. El pedagogo dice que él tiene más miedo del analfabetismo pedagógico que del analfabetismo tecnológico, y esta frase me quedó sonando y quisiera compartir con ustedes mi reflexión.

Me imagino que lo que el pedagogo quiso decir es que, con la pandemia, pudimos ver una falla que es desgarradora en la educación: la visible ausencia de contexto, de base pedagógica en algunos profesionales que actúan en el área de la educación, porque Santos Guerra afirma que aprender, tener contacto con las herramientas digitales es más fácil que construir una base pedagógica, fundamental para quien trabaja en el área de la educación.

Sabemos que esta es una gran dificultad que enfrentan las instituciones, universidades, todas estas empresas que trabajan con la enseñanza y contratan profesionales que tienen una brillante carrera, un dominio sobre alguna determinada área y contratan estos profesionales para ejercer el papel de profesor sin tener una base pedagógica que oriente el profesional a llegar a sus estudiantes, a construir el conocimiento junto a sus estudiantes.

Esto nos lleva a pensar que el ingeniero no ejerce la profesión de ingeniero si no ha estudiado ingeniería, un médico no puede trabajar como médico si no ha estudiado medicina , un abogado no puede actuar en el ámbito del derecho sin haber estudiado derecho y eso nos lleva a pensar: ¿un profesor puede ser profesor sin haber estudiado pedagogía o sin tener esta base pedagógica por detrás del conocimiento?

Vale recordar que pedagogía es aquel término que trae toda una simbología de acompañar, de conducir, son aquellas estrategias , aquel camino que lleva el profesional de la educación a construir el conocimiento junto a sus estudiantes, entonces la pandemia trajo visibilidad a esta falla que muchos profesionales acaban viviendo, porque antes en el espacio presencial, el profesor podía llegar al salón, establecer una conversación, pasar un video, un texto y los estudiantes con mucho esfuerzo conseguían entender el tema, y ya cuando transitamos para el espacio virtual, la modalidad digital, esta ausencia pedagógica de cómo aplicar una técnica, de cómo llegar a un estudiante ya es más visible.

Toda esta discusión me llevó a pensar: ¿será que la profesión, la desvalorización del profesional de educación, del profesor existe justamente porque la sociedad tiene la idea de que cualquier persona puede ser profesor, cualquier persona puede enseñar?

Creo que todos ya han escuchado la famosa frase “¿trabajas o apenas dictas clases?”, eso es visible en muchas sociedades que el profesional de educación es desvalorizado, no recibe la remuneración adecuada de acuerdo con sus funciones y ahí surge otra reflexión originaria que es imaginarse que sin el profesor no habría ninguna profesión. Si quiero entrar para la medicina, para llegar a tener este conocimiento necesito que alguien me ayude, me oriente, ¿y quién es esta persona? Es el profesor.

Entonces esto nos lleva a pensar otra vez en esta ausencia de base pedagógica para los profesionales que trabajan en el área de la educación, en mi caso , por ejemplo, puedo ver claramente en el ámbito que trabajo, de idiomas, de lenguas extranjeras, las instituciones contratan personas para trabajar como profesores de idiomas, personas que no tienen ninguna base pedagógica que son apenas nativos del idioma que están ‘enseñando’, si paramos y pensamos, entonces puedo contratar a todos los brasileros, porque todos son profesores de portugués, todos los estadunidenses son profesores de inglés, todos los japoneses son profesores de japonés.

No es bien así, ellos tienen el conocimiento de la lengua, saben comunicarse en esta lengua, sin embargo, enseñar esta lengua ya es otro tema. Lo mismo pasa con médicos que trabajan como profesores, arquitectos que trabajan como profesores, apenas porque tienen estos conocimientos, que es un conocimiento que debe ser valorado, del área de medicina, arquitectura, ingeniera, pero falta esta base pedagógica que podemos ver más visiblemente en la pandemia.

¿Cómo es visible esta ausencia? A través de muchos colegas comentando la dificultad que tienen porque no consiguen transmitir lo que transmitían presencialmente y ahí también es necesario entender que no podemos entrar en la modalidad virtual con la cabeza en la modalidad presencial, estamos en una emergencia, pero este es otro tema que trataremos más adelante.

Los estudiantes quejándose de las clases que son todas monótonas, el profesor que apenas conversa y no desarrolla ninguna estrategia y ya en un ejemplo más personal, trabajo en el área de la educación, pero mi primer pregrado fue en el área del turismo, un curso superior en turismo, y cuando me invitaron para trabajar en el área de la educación,  compartiendo mi conocimiento sobre la lengua portuguesa , cultura y turismo de Brasil, cuando llegué al salón de clase, en este ámbito donde se vive de verdad la educación,  pensé y sentí muy vívidamente que faltaba algo, ¿qué me faltaba? Era esa base pedagógica.

Es como hacer con que todo este conocimiento que llevo dentro sea transmitido hacia mis estudiantes. Fue cuando decidí estudiar un curso de enseñanza de lenguas extranjeras, un curso regular, cuando decidí entrar de cabeza en el área de pedagogía, y eso hizo toda la diferencia porque pude complementar, esta es la palabra, complementar el conocimiento que tenía junto al conocimiento que adquirí de pedagogía y pude percibir que hizo toda la diferencia, los estudiantes comentaban que las clases eran muy diferentes.

Hoy soy especialista en neuroeducación estudiante de psicopedagogía, y cuanto más accedo, entro en este tema, en este ámbito, puedo ver la diferencia en mi trabajo, es como si tuviéramos un conocimiento muy grande que es nuestra casa, pero la base de esta casa es la pedagogía, entonces cuando no tenemos esta base, en algún momento nuestra casa va a caer, este conocimiento va a caer y vamos a enfrentar dificultades y esto es lo que vemos en este momento de pandemia.

Entonces sé que ustedes están pensando: ¿qué hago con este profesional que tiene 30 años de experiencia en su área , lo despido apenas por que no tiene base pedagógica? Por supuesto esta no es la idea que quiero dejar en esta reflexión porque además de la reflexión me gustaría dejar 2 sugerencias que las instituciones podrían adoptar para poder solucionar esta dificultad que hemos visto en el ámbito de la educación.

1. La primera es para los gerentes,  administradores , responsables por contratar estos profesionales, que ofrezcan oportunidades, crear oportunidades para que los profesionales que están trabajando con la educación puedan tener contacto con orientación pedagógica, workshops, talleres, experiencias, que llamen a estos profesionales y les digan : “el conocimiento que tienen es muy valioso para nuestra institución y nos gustaría amplificarlo, potencializarlo, proporcionándoles experiencias pedagógicas, para que puedan tener mejores herramientas  , estrategias, un camino más claro para poder llegar a los estudiantes y de verdad realizar una enseñanza más significativa”.

2. Mi segunda sugerencia ya toca al lado de los profesores, que se pueda crear una comunidad de aprendizaje, que los profesores no sean lobos solitarios guardando sus conocimientos, que los gerentes incentiven la creación de una comunidad de aprendizaje, un espacio en que los profesores puedan compartir sus experiencias, técnicas, metodologías porque así todos ganan, yo comparto con mi colega, mi colega comparte conmigo, así creamos una rede que beneficia a todos, tanto a los profesores que se sentirán más capacitados, los estudiantes que se sentirán más motivados y los gerentes que verán un trabajo con más calidad.

Esta es la reflexión que me gustaría compartir con ustedes espero que les haya tocado y que haya dejado la semilla de la reflexión y que puedan implementar las sugerencias , que con seguridad hará una gran diferencia en este ámbito maravilloso que trabajamos que es construir y llevar el conocimiento a nuestros estudiantes.

No se olviden conocimiento compartido es conocimiento multiplicado.

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